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domingo, 26 de enero de 2014

Religión ¿influye en la vida sexual?

Religión ¿influye en la vida sexual?

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En los medios de comunicación social generalmenteven con horror la presencia de la Iglesia en el debate político, social y cultural. Quisieran verla reducida al púlpito y por eso cuando el Cardenal opina en asuntos sociales que atañen a la doctrina católica reaccionan coordinadamente con dicterios.
Como su título lo dice, este artículo justamente trata sobre la influencia de la religión en la conducta sexual, área en la que especialmente algunos quisieran que la Iglesia no diga una palabra.
Farmer y colaboradores comienzan afirmando que las prácticas sexuales han estado, a través de la historia moderna, reguladas por la religión. Pero, agregamos nosotros, no sólo la conducta sexual, sino también los diferentes aspectos de la vida del hombre, trabajo, vida familiar, desenvolvimiento social en general. Farmer cree, además, que en la vida contemporánea este vinculo, la influencia de la fe en la conducta humana, es menos claro.

TEORÍAS : imprescindibles en la ciencia

Mencionan dos teorías que tratan de explicar la relación entre comportamiento y religión. La primera es la hipótesis de la ‘secularización’, proponiendo que la preponderancia de la razón ha llevado a la pérdida de la fe afectando el impacto de la religión en la vida diaria a nivel individual, social e institucional.
Se sugiere incluso que el rol de la religión podría ser casi inexistente en la vida contemporánea. Teoría que sería producto de los cambios ocurridos en la esfera de la religión, según lo pensado por los filósofos y más tarde por los sociólogos, a través de los siglos 19 y 20.
La segunda teoría, opuesta a la primera, fue planteada a mitad de la década de los años 80 y es conocida como la teoría del ‘mercado’. Esta hipótesis asume que la demanda por la religión no ha menguado con la secularización, si no que se ha adaptado a una sociedad altamente secular.
Lo que realmente sucede, no obstante, es que se han generado nuevos movimientos religiosos (cultos) y variedades de las religiones tradicionales (sectas) y como resultado habría un ‘mercado’ de grupos que compite e impulsa una especie de renovación, lo que mantendría, en su conjunto, una influencia en la vida diaria. de las personas.
Estos grupos religiosos no harían mas que traducir un continuo de demanda, que según Finke y Starr, 2001( citado por Farmer), incluye una religiosidad que va desde la ultraliberal, pasando por posiciones liberales, moderadas y conservadoras, hasta otras estrictas y superestrictas.

¿ DE QUÉ TRATA EL ESTUDIO ?

El estudio evaluó los patrones de conducta sexual en una muestra de adultos jóvenes, 1302 personas, usando la afiliación religiosa y un continuo de liberal a conservador como subtipos de religiosidad.
El artículo ofrecido por Farmer fue diseñado para evaluar cual de las dos hipótesis, la de la secularización o la del ‘mercado’ explicaba mejor la relación actual entre religión y actividad sexual premarital, para lo cual se encuestó a un sector de la población con diferentes identidades
religiosas.
A fin de simplificar el estudio se seleccionó a la doctrina judeo- cristiana y se recolectó información reciente sobre la situación de la religión en poblaciones adultas.

¿QUÉ SE SABE?

Mucho de lo que se conoce de la influencia de la religión en la conducta sexual premarital de los adultos proviene de estudios que definieron la religiosidad en base a la religión de pertenencia.
Este criterio resulta problemático dada las variaciones ideológicas que se dan dentro de una misma religión y el número al parecer en incremento de personas que declaran pertenecer a una religión y al mismo tiempo se ubican en una dimensión que va del polo liberal al conservador.
Kinsey y colaboradores en 1953 encontraron que la relación entre conducta sexual y religión no se establece por la declaración de la religión que uno profesa sino en relación con el grado de devoción.
Las investigaciones llevadas a cabo por lo general han mostrado un vínculo entre afiliación religiosa y patrón de conducta sexual. Los católicos informan de menor número de parejas sexuales que los protestantes y mantienen coincidencia con los protestantes conservadores y los practicantes fundamentalistas.
Se piensa sin embargo que el método de usar la afiliación religiosa como instrumento de estudio no ofrecería una información consistente de las diferencias religiosas de las personas respecto a su conducta sexual.

PARTICIPACION

Un distingo importante es que la práctica misma de la fe religiosa se toma en cuenta para determinar su vínculo con la conducta sexual. Así la frecuencia de la asistencia a los servicios religiosos se ha encontrado relacionada con una mayor abstinencia, menos parejas sexuales y mayor edad al tener la primera relación sexual.
Pero lo que no está claro es si una mayor asistencia a los servicios religiosos está relacionada positivamente con una mayor religiosidad real.
Para superar el uso de la afiliación religiosa como medio de estudio se ha tratado de medir el vínculo entre religión y conducta sexual mediante el establecimiento de subtipos como: religiosidad intrínseca, espiritualidad, fundamentalismo y creencia en sucesos paranormales.
La religiosidad intrínseca, sería la extensión de la fe a la vida diaria y estaría asociada a la importancia del compromiso religioso. Espiritualidad, sería un tipo de religiosidad centrada en una experiencia subjetiva de creer en un ser divino diferente al de una religión especifica. Fundamentalismo, por su parte, es concebido como la rígida creencia en la autoridad absoluta de religión y la adherencia estricta a los textos religiosos. Las creencias paranormales serían creencias ‘religiosas’ como el hecho de afirmar la existencia de diversas formas de vida después de la mente, la devoción por ángeles y diablos diferentes a los de la doctrina cristiana.

RESULTADOS A FAVOR Y EN CONTRA

Los resultados indican pocas diferencias respecto a la afiliación religiosa y la conducta sexual en
varones y mujeres.
1. La hipótesis de la secularización sería entonces ratificada por el hallazgo de niveles consistentes de actividad sexual en todas las afiliaciones religiosas.
2. Al mismo tiempo , la secularización es negada por los resultados que muestran un impacto diferente de los diferentes subtipos de religiosidad y su grado de influencia en la conducta sexual.

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